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Foto de www.laopinion.com.co |
A pesar de ser un torneo continental que da título, de alta calidad y exigencia y que reúne figuras mundiales, se puede tomar a la Copa América como un punto de referencia inicial para un proceso que comienza. Y digo que comienza, porque luego vendrán las Eliminatorias Sudamericanas para buscar un cupo a Copa del Mundo y cerrar un proceso de 4 años, que es del que viven las selecciones nacionales.
Así las cosas y teniendo en cuenta el juego y los resultados… ¿Brinda la Copa América la medida real de lo que serán las Eliminatorias por nuestro continente al Mundial Rusia 2018? ¿Es este un punto real de análisis a la hora de mirar lo que viene?
Sin duda el nivel de juego muestra la actualidad: evolución o involución de cada Selección, pero me resulta atrevido determinar tajantemente que así mismo será, en cuanto a resultados finales, la competencia clasificatoria para el próximo Mundial.
El antecedente
Tomando como referencia la pasada Copa América, disputada en Argentina en el 2011, se puede establecer la gran diferencia entre los equipos que jugaron las Semifinales y los que al final del proceso de 4 años se clasificaron al Mundial Brasil 2014. Los 4 mejor ubicados en la Copa América fueron en orden Uruguay, Paraguay, Perú y Venezuela de los cuales solo el campeón estuvo en la cita mundialista y eso por ganar el repechaje contra Jordania tras quedar en el quinto lugar. Al Mundial clasificaron además de Uruguay, el local Brasil, Argentina, Colombia, Chile y Ecuador; de regular actuación en Copa.
La localía
El local de la Copa América es uno solo. Así se jueguen partidos con mayoría de público simpatizante de un equipo que no es organizador, este seguirá jugando fuera de su camerino, de su estadio, de su pueblo; sigue siendo visitante. En una competición larga de ida y vuelta, la localía es un factor influyente; las selecciones construyen fortines en su casa, en su ambiente, con el clima favorable, a la hora que gustan. Ejemplo de ello: Bolivia con la altura de La Paz, Colombia con el sofocante Metropolitano a las 3:30 p.m., Brasil en cualquiera de sus imponentes y coloridos estadios.
Los planteles
La elección de la nómina en la Copa América es dos veces definitiva: porque no admite cambios y porque define un grupo; en las Eliminatorias los Directores Técnicos usan una base, pero varían en cada convocatoria tal y como quieran. Es igual que comparar un rompecabezas con 23 piezas fijas frente a uno que se diseña al antojo y con comodines.
El sistema
El torneo largo permite recambio, variante, evolución del proceso. Poco o nada comparable un torneo de dos años con partidos entre meses con un torneo que se juega y define en menos de un mes con dos y tres partidos en una misma semana. Las Eliminatorias, por el hecho de ser formato tipo Liga, premian la supuesta regularidad de mantener resultados durante 20 fechas, la Copa presenta una competencia opuesta, tal vez más resultadista, con enfrentamientos directos por la clasificación y desempate desde el punto penal: en la edición del 2011 Paraguay fue subcampeón sin ganar un solo partido, 5 empates y una derrota en la final para un equipo que se colgó la medalla de plata. En Eliminatorias, el hecho de no ganar te hace “perder puntos” y te saca de competencia.
Cada torneo tiene su aroma y su magia, ambos competitivos y difíciles, pero también diferentes; si se quiere, opuestos. Lo jugado no lo quita nadie, la victoria o el fracaso de cada selección en Chile no se borra, pero sí se puede mantener, perder o remediar y más cuando de fútbol se trata.
La exposición no favorece ni ataca, simplemente busca argumentos que ejemplifiquen que lo que viene no está escrito, para nadie.
@tiagoaristi
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